No es que el tiempo lo cure todo pero puede ayudar.
Yo no supe cĂłmo tratarte no doy para mĂĄs.
Sara, dulce, cuéntame el secreto azul
que se esconde en tus ojos tibios de animal;
secreto suave que he perseguido
tantas noches sobre tu piel.
Dilo con suavidad, como hacĂas ayer,
dime cosas que yo nunca pueda comprender.
Hubo un tiempo en que sin quererlo, nos llegamos a odiar
como se odian dos animales no dio para mĂĄs.
Sara, dulce, cuéntame el sortilegio aquel
que aprendiste de las aves del amanecer;
dame el filtro que bebĂas para amar.
Sara, Sara, dulce Sara.
Sara, Sara, dulce Sara.
Secreto suave que he perseguido
tantas noches sobre tu piel;
sabes que sĂłlo soy un salvaje
y que nunca he dado para mĂĄs.
Sara, Sara, dulce Sara
Sara, Sara, dulce Sara